sábado, 27 de septiembre de 2014

Días

Hay días en que todo ocurre: al salir de casa el ascensor está en el ático y algún vecino retiene la puerta, así que tienes que bajar por las escaleras; cuando estás casi en la estación para coger el tren, tienes que volver a casa a buscar algo que se te ha olvidado; comienza a llover y el lodo que se forma entre las primeras gotas y la suciedad de la acera, te hace resbalar y te caes; el título de transporte está agotado y te quedas encerrada en la salida que comunica la fábrica con el ferrocarril mientras te observan dos cámaras de vigilancia. Afortunadamente ni llegué tarde, ni me hice daño ni fue irreversible lo del transporte público. Cuando ocurren cosas como éstas, lo que estás deseando es volver a casa y que transcurra el resto del día sin incidentes. Al día siguiente, parecía que todo había vuelto a la normalidad.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Viernes

Después de noches de tormenta y días de sol tamizado, comienza a dejarse entrever la llegada del otoño. La lluvia copiosa del otro día desprendió las hojas muertas de los árboles de la rambla y dejó en el suelo una larga alfombra dorada como destinada a la ceremonia del equinoccio. 
Después de toda una semana de trabajo, llega el esperado viernes, anticipo de reposo y bienestar.




viernes, 12 de septiembre de 2014

Esta noche

Atardece mucho antes y, por primera vez desde antes del verano, la noche es más fresca. Tengo puertas y ventanas abiertas, pero esta noche me he permitido el lujo de cubrirme los hombros con una bata de terciopelo.

lunes, 8 de septiembre de 2014

En el cine

Dediqué un rato de la tarde de ayer a ver una película en el cine. Siempre me ha gustado ir al cine. Por mucho que ahora las casas estén preparadas para ver la película que uno quiera, cuando quiera y como quiera, no me parece lo mismo en absoluto que asistir a una sesión de cine. Faltan en casa el espacio a lo grande, la envoltura del sonido, la pantalla enorme, la magia de la oscuridad de principio a fin. Tampoco es más caro que tomarse un par de copas en cualquier sitio y, las películas que se ven en el cine, permanecen en la memoria, o al menos a mí me lo parece.
La película de ayer era la última de Clint Eastwood, director que encuentro no sólo correcto en algunas de sus obras, sino redondo e interesante. Jersey Boys es las dos cosas y mucho mejor de lo que deja ver el tráiler, aunque mi favorita siga siendo Más allá de la vida.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Confusión

En el momento de despertar he sentido esa confusión de no saber muy bien en qué lugar estaba, cómo era la orientación de mi cama respecto a los muebles, a la ventana del dormitorio, a la estancia contigua y al resto de la casa. Seguramente sea una situación que hayamos vivido todos, lo mismo que un dejà vu, aunque mucho más familiar en aquellas personas que han habitado varios sitios o que acostumbran a viajar. A veces es necesario adaptarse a la propia casa, después de haber dormido en varias camas distintas a lo largo de las vacaciones. Eso sí: aun acostumbrada al nomadismo, no puedo dejar de desear dormir en mi cama.

lunes, 1 de septiembre de 2014

En un jardín

Esta mañana, después de pasear e ir en busca de librerías por el barrio de Gràcia, sobre un peldaño de las escaleras que dan a un jardín donde se puede degustar un café, había un gato suave color blanco y albaricoque que pasaba el tiempo enroscado sobre la superficie fresca del escalón. Al acercarse un poco se podía ver que había perdido pelo de la cola y parecía algo enfermo. Acogió bien las caricias pero, en un momento dado se levantó y descendió hacia donde estaban algunas mesas y taburetes de hierro, andando sólo sobre tres patas. ¡Pobre Albaricoque! Después del café, fue grato acariciarlo de nuevo antes de marcharme.